Geopuntura


El concepto de ‘geopuntura’ surge por analogía con la acupuntura y los meridianos energéticos del cuerpo, ante la observación de los efectos energéticos que los megalitos (especialmente los menhires) parecen crear en su entorno.


La situación de los puntos estratégicos debe coincidir sobre los cruzamientos de la red Hartmann coincidentes con corrientes de agua subterránea.

Se deben colocar 4 picas, dos a cada lado del espacio a proteger. La técnica consiste a clavar 1/3 de la pica en tierra, para utilizarla de 'acupuntura de la tierra', dejando la punta hacia arriba para la ‘descarga’ de la energía telúrica.

Su uso está más indicado en viviendas que dispongan de jardín o terreno anexo propio, donde poder situar las picas. En interiores también se puede colocar, pero crea una zona muy energética y nociva en su entorno, que puede llegar a ser de más de un metro de diámetro, donde habría que evitar acercarse. Aún así se pueden situar en un rincón o detrás de un mueble, pero siempre sobre la corriente de agua y preferiblemente sobre un cruce Hartmann.

Con el tiempo este dispositivo se deteriora y se satura, por lo que, cada luna llena, se deben 'descargar' sumergiéndolas en agua corriente, y abrillantarlas para recuperar su eficacia. Se puede obtener un efecto más potente utilizando, en lugar de una simple pica de cobre, un ‘condensador multicapa’, realizado según el esquema ‘metal-aislante-metal-aislante-metal’.

Su uso puede llegar a ser peligroso y debe ser siempre situado con precisión por un experto. 

La eficacia del diseño y la correcta ubicación tienen que ser probadas, como siempre, mediante radiestesia.