Las microondas


En la actualidad todos nosotros estamos rodeados por microondas.

Técnicamente hay microondas cuando la frecuencia de una radiación electromagnética es muy elevada.

Las microondas se utilizan en satélites que emiten ondas de radio, en radares, en hornos microondas, en emisiones de radio, enlaces telefónicos sin cables, etc.

Cada vez hay más indicios de que las microondas son nocivas para los seres vivos. A modo de ejemplo se puede citar el caso del potente emisor existente en Mont Gibloux (Suiza), el cual lanza sus haces de ondas hacia 18 estaciones receptoras; es fácilmente constatable que los árboles (pinos) existentes en el ‘camino’ de estas ondas, pierden sus agujas y se van secando cada vez más. 


Por otro lado tenemos los ultrasonidos y los infrasonidos. Se trata de vibraciones sonoras de frecuencia demasiado elevada (superior a 20 kHz) o demasiado baja (inferior a 20 Hz) para ser percibidas por el oído humano. Son producidas inconscientemente en muchos tipos de industrias y voluntariamente por ciertos dispositivos y aparatos (para asustar a los ratones y otras plagas, por ejemplo).