Actividades humanas del pasado


Son principalmente excavaciones en el subsuelo. Los casos más frecuentes de O.N. de este tipo son las ocasionadas por galerías subterráneas, líneas de metro, fosas sépticas inutilizadas, alcantarillados en funcionamiento, pozos antiguos (cubiertos o no), raíces de árboles cortados por el hombre que se pudren en el suelo, canteras antiguas en forma de subterráneos, cementerios abandonados, cisternas de decantación, depósitos de agua usada, etc. También se incluyen los líquidos en movimiento, como las cañerías de evacuación de aguas negras, los depósitos de agua, etc., es decir, todo aquello que se mueva y produzca rozamiento.


Las cavidades cerradas sin circulación de aire son poderosas fuentes de ionización.

Un pozo que ha sido rellenado conserva su forma antigua. Allí queda un cilindro externo y un interno. Estos hechos, como otros muchos, son un punto de emisión de las llamadas Ondas de Forma (O.F.), muy nocivas para la salud. Toda excavación, tanto vertical como horizontal hay que considerarla como una perturbación del ambiente, igual que cualquier galería o túnel. 

Hay que desconfiar de todas las cavidades cerradas: chimeneas taponadas, nichos murales cercados, antiguos pasajes entre dos casas, cuevas cerradas, etc... ya que el aire cerrado se ioniza e irradia una acción nociva durante muchos años.